domingo, 18 de febrero de 2007

La travesía del ceviche puede ser agobiante, pues la primera parte es la más exhausta. Obtener un buen ceviche empieza por la elección de un pescado fresco; el tipo de pescado a utilizar, depende del bolsillo, la costumbre y el gusto del consumidor. En nuestra fauna existe tal variedad de pescados que nunca nadie se queda con las ganas de comer esta buena y nutritiva carne.
Estas fotos describen el día que mi madre fue al Terminal Pesquero de Ventanilla, quien a pedido de Erik, un amigo estadounidense quiso rememorar aquellos días de buena cevichera. Como lo dije en el párrafo anterior, preparar "el ceviche! no es cosa fácil, pues hay que levantarse muy temprano para conseguir el mejor pescado de la mañana, teniendo en cuenta que al Terminal Pesquero sino es la mayoría, acuden más de la mitad de cevicheros del cono norte de Lima.

El segundo paso, el básicamente de elaboración, se divide en tres momentos: limpiar, filetear y picar el pescado.
Limpiar el pescado es como lo que está en la foto, sacar la piel y luego las vísceras. A propósito de vísceras y toda clase de porquerías, recuerdo que uno de mis primeros ascos lo constituyó el olor del pescado, el mismo que se me metía hasta el cerebro, provocandome durante infancia repugnancia a todo lo relacionado con animales marinos: pescado, pulpo, langostinos, cangrejos, machas, atún, etc, etc, etc. QUé Coraje el de mi madre para soportar olor, dolor y sudor!
La preparación del ceviche no es más simple de lo que parece, y justamente esa sencillaz es lo que lo hace más exquisito. En pimer lugar para la preparación, hay que tener los ingredientes básicos que sólo pueden nacer en tierra peruana, tal es el caso del limón y el ají limo.

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